En un mundo cada vez más urbanizado y afectado por el cambio climático, nuestras ciudades enfrentan desafíos sin precedentes en la gestión del agua. Las inundaciones, la escasez y la contaminación hídrica son problemas que requieren soluciones innovadoras y sostenibles. En este contexto, los jardines de drenaje emergen como una estrategia clave para transformar Quito en una ciudad más resiliente y ecológica.

¿Qué son los jardines de drenaje?

Los jardines de drenaje son sistemas diseñados para capturar, filtrar y almacenar el agua de lluvia en entornos urbanos. A diferencia de los sistemas convencionales de drenaje, que dependen de tuberías y canales, estos jardines emplean elementos naturales como suelo, grava y plantas para gestionar el agua de manera eficiente y sostenible.
Existen varias alternativas naturales de drenaje, en esta ocasión nos enfocaremos en los jardines de lluvia, estos son depresiones en el terreno que capturan el agua de lluvia y la filtran a través del suelo.

Beneficios de los jardines de drenaje

• Reducción del riesgo de inundaciones: Capturan y almacenan agua de lluvia, disminuyendo la carga sobre el sistema de drenaje convencional.
• Mejora de la calidad del agua: Actúan como filtros naturales que eliminan contaminantes.
• Recarga de acuíferos: Facilitan la infiltración del agua en el suelo, contribuyendo a la disponibilidad hídrica.
• Aumento de la biodiversidad: Favorecen la presencia de insectos, aves y otras especies nativas.
• Reducción del efecto isla de calor: Regulan la temperatura en entornos urbanos mediante la vegetación.
• Embellecimiento del paisaje: Transforman espacios de cemento en áreas verdes atractivas y funcionales.

Pasos para construir un jardín de lluvia

1. Planificación y Diseño

Ubicación: Identifica áreas donde el agua fluye naturalmente, como al final de una pendiente o cerca de bajantes de techos. Evita suelos compactados o zonas con encharcamiento prolongado.
Tamaño: Debe representar entre el 10-20% del área de drenaje que lo alimenta. Por ejemplo, un techo de 50 m² requiere un jardín de 5-10 m².
Prueba de infiltración: Excava un hoyo de 30 cm de profundidad, llénalo de agua y verifica que se drene en menos de 24 horas.

2. Excavación y Preparación del Terreno

1. Excava el área seleccionada con una ligera pendiente hacia el centro.
2. Crea un berm (borde elevado) en el lado más bajo del jardín con la tierra extraída.
3. Mejora el drenaje mezclando arena gruesa y compost si el suelo es muy arcilloso.

3. Instalación de Capas de Filtro

1. Grava (5-10 cm): Facilita el drenaje en la base.
2. Arena gruesa (5 cm): Mejora la infiltración.
3. Compost y tierra fértil (20-30 cm): Asegura un sustrato rico en nutrientes para la vegetación.

4. Elección de Plantas Endémicas de Quito

Para maximizar la eficiencia del jardín de drenaje y apoyar la biodiversidad local, elige especies nativas y endémicas adaptadas a la variabilidad hídrica de la región:

Plantas de raíces profundas: Mejoran la absorción del agua.

• Algarrobo
• Molle
• Chilca (Baccharis latifolia)

Plantas de suelo seco: Ubicadas en los bordes para soportar períodos de sequía.

• Arupo
• Ciprés
• Pumamaqui (Oreopanax ecuadorensis)
• Romero silvestre (Lepechinia mutica)

Arbustos y pequeños árboles: Mejoran la estabilidad del suelo y la retención de agua.

• Arrayán (Myrcianthes hallii)
• Tilo andino (Hyeronima macrocarpa)
• Aliso (Alnus acuminata)

Distribución: Coloca especies que toleran más agua en el centro y aquellas más resistentes a la sequía en los bordes. Aplica el mulch (materia vegetal u otro material triturado como una capa suelta sobre el suelo) para reducir la evaporación y evitar la erosión del suelo.

Redirección del Agua

Captación del agua de lluvia: Conduce el agua desde bajantes, canaletas o superficies pavimentadas mediante tubos o zanjas de piedra hacia los jardines.
Dispersión del flujo: Usa piedras o grava en la entrada del jardín para reducir la velocidad del agua y evitar erosión.

Los jardines de drenaje son una solución innovadora para construir ciudades más sostenibles y resilientes. En Quito, donde el agua de lluvia puede ser tanto un recurso como un desafío, la implementación de estos jardines con especies endémicas no solo mejora la gestión hídrica, sino que también promueve la biodiversidad y embellece el entorno urbano.

Hacemos un llamado a la sociedad para promover estos espacios, por nuestro bienestar y el de las futuras generaciones.

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