Tras los devastadores incendios forestales ocurridos en Quito, que destruyeron grandes áreas de vegetación, el proceso de restauración de los espacios naturales ha adquirido una gran importancia para garantizar la recuperación del ecosistema. Jardimag, comprometido con el medio ambiente, llevó a cabo la siembra de árboles en el parque de Guápulo, destacándose el árbol de Cholan (Tecoma stans), conocido también como tecoma amarilla, una especie nativa que será clave para regenerar el entorno natural.
Características del Árbol de Cholan (Tecoma Stans)
El Cholan, o tecoma amarilla, es un árbol de tamaño mediano que puede alcanzar entre 5 y 10 metros de altura. Su tronco es robusto y su corteza tiene un color grisáceo, proporcionando una estructura resistente ante condiciones adversas. Sus hojas son compuestas y de color verde brillante, creando un follaje denso que ofrece sombra a su alrededor. Sin embargo, lo que realmente distingue al Cholan son sus impresionantes flores amarillas, que se agrupan en racimos y brindan una vibrante explosión de color, atrayendo a aves y polinizadores. Esta floración es especialmente llamativa durante la temporada seca.
Beneficios del Árbol de Cholan
Apoyo a la Recuperación del Parque de Quito
La siembra del árbol de Cholan por parte de Jardimag representa un paso importante en la restauración del parque de Guápulo, que fue gravemente afectado por los incendios. Este esfuerzo no solo busca recuperar la vegetación, sino también restaurar los hábitats naturales de la fauna local y mejorar la calidad del aire y el ambiente para los habitantes de la ciudad.
La elección del Cholan, como parte clave de la reforestación, es estratégica, ya que es una especie nativa que se adapta fácilmente a las condiciones de la región y tiene un impacto positivo en la regeneración del suelo y la biodiversidad. A través de esta siembra, Jardimag contribuye a sensibilizar sobre la importancia de la conservación y restauración del medio ambiente en áreas urbanas.
Este tipo de iniciativas, como la siembra de Tecoma stans, muestran cómo el trabajo conjunto entre empresas, organizaciones y comunidades puede ayudar a recuperar los ecosistemas dañados por desastres naturales y humanos. El árbol de Cholan se convierte así en un símbolo de esperanza y resiliencia en el proceso de restauración del parque de Quito, demostrando el poder de la naturaleza para regenerarse y renacer.
A través de estos esfuerzos, Jardimag reafirma su compromiso con el medio ambiente, contribuyendo a crear espacios más verdes, saludables y sostenibles para todos.

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